Preparación

1. Para hacer la base de carbayones, extendemos la lámina de hojaldre sobre una superficie enharinada y la cortamos en un círculo del tamaño del molde que vayamos a usar para la tarta. Engrasamos el molde con mantequilla y lo forramos con el hojaldre. Pinchamos la masa con un tenedor y reservamos en la nevera.
2. En un bol, mezclamos la almendra molida, el azúcar glas, el huevo, la yema y la esencia de almendra hasta obtener una pasta homogénea. La extendemos sobre el hojaldre, cubriendo toda la superficie. Horneamos a 180ºC durante unos 20 minutos o hasta que el hojaldre y la almendra estén dorados. Dejamos que se enfríe sobre una rejilla.
3. Para hacer la crema de queso, ponemos en un bol el queso crema, la nata líquida, el azúcar, los huevos y la esencia de vainilla. Batimos con unas varillas hasta obtener una crema lisa y sin grumos. La vertemos sobre la base de carbayones ya fría y alisamos la superficie con una espátula.
4. Horneamos a 180ºC durante unos 40 minutos o hasta que la crema esté cuajada pero todavía un poco temblorosa en el centro. Apagamos el horno y dejamos que la tarta se temple dentro con la puerta entreabierta. Luego la sacamos del horno y la dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
5. Para hacer la cobertura, calentamos la mermelada de arándanos en un cazo a fuego suave hasta que se licue un poco. La dejamos templar un poco y luego la extendemos sobre la tarta con una cuchara o una espátula. Refrigeramos la tarta hasta que esté bien fría antes de desmoldarla y servirla.